domingo, 8 de agosto de 2010

Mi segunda vez. Snif, snif...





El amo me trato como a una princesa el viernes, uso su lengua como el sabe hacerlo hasta llevarme al placer, luego me penetro delicadamente y me hizo el amor cariñosamente. Luego fue mi turno de hacerselo como el se lo merece.
Despues de un regaloneo salimos a carretear un rato y terminamos en una picada de carnes, exquisita y con el consabido cuchicheo de los asistentes, pero bastante menor que en lugares mas cuicos. Quiza porque las carnes son demasiado buenas y todos estaba ocupados.
Despues vuelta a su casa, guatita pesada entre la comida y los postres uruguayos, asi que nada de sexo hasta el otro dia.
El no hizo mencion alguna lo que yo sabia que tenia en mente desde hace dias, nada, ni un palabra ni una insinuacion y yo cociendome en mi propia ansiedad y miedo.
El sabado cambio la cosa...
Comenzo con un beso apasionado, me tomo apretadamente y acaricio firmemente mi trasero, como lo haria un dueño tomando su propiedad, sus manos entraban bajo la mini que pidio que usara y recorrian mis nalgas y buscaban mi rajita y la recorrian a su amaño. Muy pronto la tanga fue destrozada,primero una pierna y luego la otra mientras clavaba sus ojos en los mios aterrados. El resto de la ropa, mia y de el volo, y pronto tuve su miembro enterrado en mi boca, mientras seguia urgueteando, manoseando, haciendo suya mi intimidad.
No tardo en aparecer lubricante en sus manos y uno de sus dedos me violo sin compasion; previo lamer mi sexo. Fue seguido por otro que recibio la compañia de un grito que me salio del alma y comenzo un largo tratamiento de convencimiento a mi trasero, por asi decirlo.
Pronto el amo me puso en posicion e instalo su pene en mi ano y presiono suave y lentemente, pero con firmeza, sin retroceder, hasta que comenzo a expandirse y a penetrar, todo acompañado de mis gemidos mas de miedo que de dolor. El paso de la cabeza de su pene por mi anillo muscular fue doloroso, pero el se detuvo inmediatamente despues y espero que me tranquilizara, mientras me masturbaba.
Hasta que en cierto momento, y por sorpresa, entro limpiamente, con otro grito de mi parte, seguido de mis suplicas de que lo sacara un poco. Parecio que me hacia caso pues se retiro lentamente, pero enseguida sadicamente penetro de nuevo hasta el fondo. Vuelta a gritar y suplicar, y el luego de quedarse ahi un momento largo, comenzo nuevamente un retroceso y me pregunto si eso era lo que pedia suplicando, -si, si, por favor- alcance a decir antes de un nuevo embate a fondo. Repitio este tratamiento varias veces, y mi desesperacion era tan grande que,ingenua, varias veces abrigue la esperanza de que cesara. En vano, por supuesto, me poseyo a su regalado gusto, entro y salio lentamente, rapido, fuerte, suave, uso mi cuerpo como una muñeca de carne, sujetandome fuerte y marcando el ritmo que se le antojaba, haciendo caso omiso de mis gemidos y llanto y hasta que lo siento penetrando mucho mas intensamente, arquear su cuerpo y los movimientos convulsivos mientras eyaculaba en mi trasero.
Por tercera vez llegaba al orgasmo con condon...
El resto del sabado fue el amo ultra amoroso que gusta ser cuando quiere.
En cuanto a hoy domingo, uff del domingo escribire otro dia.

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