Animalizada.

Una de mis pocas restricciones cuando me "licite" fue cero zoofilia, pero eso no decia nada de ser tratada como un animal y me llego el dia.
El amo me ordeno ir a su casa a cenar con el, como el lo espera me vesti sexy, le matan las minis, asi que como estan de moda, basta con sacarme las medias gruesas,o lo que use abajo y quedo de su pleno gusto.
Me recibio con un gran beso, y sus manos exploraron bajo la falda y rompieron la tanga, llevo no se cuantas rotas, jejeje, le encanta dejarme con esa sensacion de estar inerme y disponible.
Mas ponceo rico, las manitos se nos hacian pocas y la ropa comenzo a salir volando y las bocas buscaban con pasion , entre ganas de morder y tragar al otro, hasta que su pene me clavo al piso y comenzo un entrar y salir sabio, exquisito, eterno. Este hombre puede leer mis estados sexuales momento a momento y siempre hace el movimiento justo, el embate preciso para hacerme sentir un placer desorbitado. O es que me calienta mucho, pero lo cierto es que no cuesta nada que me haga llegar al placer.
Besos, abracito apretado y rico, aguachadita entre sus brazos, tibiamente cobijada, esperando que se le antoje que le de su placer o bien que el regaloneo se vaya transformando en calentura y de ahi yo baje a comermelo. Le encanta que su placer se retarde, incluso aveces le gusta conversar semidesnudos despues de mis orgasmos, antes de pedir que le haga los honores a su pene.
Esta vez fue suavemente transformandose desde un regaloneo a un mamon profundo que le saco un orgasmo muy suspirado.
Ahora vamos a comer, dijo despues de un rato. Fuimos a calentar la comida que le dejaron preparada, y me mando al la mesa, -yo sirvo- ordeno.
Espere sentada, sirviendo el te que suele tomar con la comida, cuando llego con los platos, sirvio en su puesto y en lugar de servirme en el mio, lo puso en el suelo.
-Ahi comeras perrita-, mando, y esposo mis manos al frente, - es para que recuerdes que tienes prohibido usarlas para nada-.
Debo confesar que me costo asimilar la idea de comer en el suelo y con solo la boca, y tarde unos segundos en obedecer, lo que me valio un sonoro y feroz bofeton en plena cara. -Al suelo perra- rugio y cuidado con botar o te comeras lo que caiga al suelo.
Risotto de mariscos, creo que siempre lo recordare cada vez que me toque comerlo. Es humedo y se pegaba afuera de la boca, y tenia que lamer para limpiarme, felizmente los mariscos podia tomarlos enteros y masticarlos. Todo esto mientras el amo me miraba entre divertido e ironico, haciendo aspavientos de su uso del servicio para comer. POr mas cuidado que puse, algunos granos cayeron al piso, me hizo un gesto con la boca, y tuve que limpiarlo...
-Tambien seras una gatita- dijo y me sirvio jugo de frutas en un plato, -una gatita señorita no sorbetea, debes beberlo lamiendo-, agrego. y ahi una sevidora lame que te lame se fue tomando el dichoso jugo de arandanos. -Te va a quedar linda la boca gatita- me dijo, el arandano tiñe y mi lengua no alcanzaba a limpiarme.
Muy pronto se acerco y me acariciaba la espalda y los gluteos, ni mas ni menos que a una gata mimosa, y de apoco se fue tentando hasta que me penetro limpiamente a lo perrito. -No dejes de comer, debes terminarlo todo- y debi seguir mientras el atacaba con entusiasmo. Era una vision imposible, estaba siendo poseida como animal, mientras comia como uno... A pesar de todo me fui exitando, termine lo mas rapido que pude y me dedique a gozar como una perra en celo cogida por un mastin. Pronto llego el orgasmo con mis gemidos y gruñidos de rigor.
-Ahora seras una ternerita y te tomas tu leche- ordeno el amo, y una servidora, esposada aun, recibio su postre de esa cena...