El banquete chino: el amo a veces me lleva a conocer restaurantes tipicos de determinadas nacionalidades, esta vez era en un chino de muy buen nivel, cuico diria yo, muchas asistentes mas que camareras, te reciben en la entrada, te conducen a la mesa que el amo ha reservado, mucha venia y si no estuviesen vestidas de orientales pasaria casi por algo de servilismo. Esto es importante pues hay mucha atencion a los clientes, estan como muy atentos a tus necesidaes, y siempre prestos a atender, tambien es importante la reserva por la eleccion de la mesa, no era de ninguna manera casual.

Estamos en los aperitivos, juguitos, ambos somos casi abstemios, comiendo cositas, toquesitos tiernos bajo los amplios manteles, algun beso de toponcito apenas en la cara o las manos, conversando de esto y lo otro.
-Fijate en las camaras de local- dice de pronto el amo, -tienen cubierto casi todo el espacio de comedores y la entrada, pero esta zona esta casi descubierta, al mismo tiempo desde aca se puede ver todo el local y los empleados-
-Cierto amo , hay mucha seguridad y mucha atencion, si no fueran discretos seria un poco invasiva incluso- contesto inocente.
-Cuando te diga, te metes debajo de la mesa y te lo comes hasta la ultima gota- me ordena entre caliente y divertido.
Me quede helada, no atine a nada, se me borro la pelicula.
-Pero nos van a ver, y si entro piola, me veran salir o notaran lo que le estoy haciendo.- Alego tratando de ver si era en serio o un juego de amenazarme con algo, sin la intencion de hacerlo. Me parecia un riesgo enorme, y algo que no haria de ninguna manera, es distinto ser jugu

El amo con su mejor cara de poker, pide mas juguitos y cositas, y le dice a la niña que tomaba la orden, que ordenaremos mas rato.
-Te voy a decir el momento preciso, retrocede un poco la silla para que puedas deslizarte facilmente y cuidado con arrastrar el mantel.- ordena como si estuviesemos solos en su casa.
Retrocedo la silla, y casi en seguida dice -ahora-
Me deje caer de rodillas y meto la cabeza bajo la mesa, el amo arregla el mantel, y espero. No pasa nada, baje piolita, y estoy como una niña chica jugando bajo la mesa, solo que no soy niña chica, y las piernas que veo desde abajo me indican lo que debo hacer. Tengo una curiosa exitacion, entre el riesgo, la situacion tan insolita, los recuerdos de niña, y lo sorpresivo de la orden del amo, unido a que no se si lograra disimular lo que esta recibiendo. Trato de alejar de mi mente la perspectiva del medio escandalo que podria armarse.
Como se ordeno se hizo, baje el cierre de su pantalon como tantisimas veces, el amo se corrio al borde la silla y quedo con su pene a mi disposicion. Trate de hacerlo lo mas delicado posible, ya se como darle placer mas rapido o como retardarlo. Pronto recibi su lechada en mi boca y termine dandole besitos suaves, antes de guardarlo cuidadosamente.
Y espere su seña para salir, mucho mas dificil, el amo susurro- sale limpiamente en cuclillas retocediendo como si buscaras algo en el suelo y solo enderezate y sientate cara de palo. Se te cayo un aro y simplemente lo recogiste.-

-Ahora- dice al rato, y salgo y me siento, nadie me ha visto, no hay escandalo, pero siento mi cara roja y mi respiracion como si hubiese estado corriendo. Me tomo en dos tragos un jugo y voy tranquilizandome. Ya paso todo, estoy alegre y con ganas de reir de la locura que me pidio y acabo de hacer.
-El amo es un malvado, pero resulto bien - le digo y le doi un besito jubiloso en la mano.
-No tanto- dice el amo- el señor de la mesa al lado del espejo capto todo.
Se me vino el mundo al suelo, justamente el tipo estaba mirandonos por el espejo...Me senti morir ahi mismo.
-Vamonos amito, pida la cuenta por favor, no puedo quedarme mas rato, ademas es seguro que lo comentara con la gente de su mesa- digo toda urgida, ya lista para pararme y acompañarlo a pagar en la caja,no quiero estar un segundo mas ahi. El amo me mira sonriendo y me da un piquito en la boca, lo recibo mas urgida aun, creo que estoy por ponerme un poco histerica.
De pronto se hecha reir, -nadie se dio cuenta, tranquila, pidamos la comida, tu ya te comiste tu postre, - agrega odioso.
Orando. Una advertencia no soy creyente, tampoco el amo, pero creo que este juego no debiera ser leido por personas que tienen su fe en alguna religion establecida. Mis disculpas si hiere alguna sensibilidad.
A veces patiperreando con el amo,ya sea en Santiago o en la costa, encontramos una iglesia antigua abierta y entramos, estamos un rato recorriendo sus arcadas y mirandolo todo, solemos sentarnos un rato para disfrutar de la paz que hay en medio del ajetreo de

Pero un dia los besitos se fueron intencionando, y poco a poco escalaron a una cierta calentura, al amo le cambia un poco la respiracion y me doi cuenta, aunque no me haga nada, que esta sintiendo despertar el deseo.
Seguimos visitando y encontramos la escalera al coro, y la puerta esta abierta. Generalmente esta cerrada, pero aveces no tienen esa precaucion. Caminamos cerca y de pronto el amo me hace entrar y subir la escalera, llegamos y nos quedamos ala espectativa para ver si hemos sido sorprendido, besos y ponceo nos entretienen un buen rato, hasta que el amo considera que es seguro y comienza a desnudarme...
Pronto tenemos sexo en el coro, el amo esta increiblemente tranquilo y lo hace lenta y pausadamente, se toma todo el tiempo del mundo mientras yo a ratos me urjo, y a ratos me

Cuando vamos a bajar el amo desliza asi como al pasar, -parece que cerraron la puerta, vamos a tener que llamar para que nos abran-, de nuevo el sudor frio el amo es experto en dosificarme inquietud, pero la bajada seguia igual y la iglesia aun estaba abierta. Alguna fiel nos vio salir por la escalera del coro, pero sin llamarle la atencion...
La confesion: en otra iglesia mucho mas solitaria, el amo se instala en un confesionario y naturalmente su esclava debio arrodillarse a solicitar el perdon de sus muchos y graves pecados, y el padre confesor le dio la mas obvia penitencia a cumplir en ese mismo lugar de inmediato...